lunes, 1 de mayo de 2017

Desesperanza


Frío, oscuridad y silencio en el vientre de la ballena. Apenas recuerdo cómo ni cuándo hasta aquí llegué. Perdí hace ya mucho la noción del tiempo y de mi propia vida y ésta es ahora  -tal vez para siempre- mi única realidad. Asomada a los ojos del monstruo contemplo las sombras del mundo. Tras ellos un mar inquieto y turbulento gime de dolor. En el silencio de la noche, de soledad y desamparo tiembla mi cuerpo y, agazapado en un suspiro, casi enmudecido, un conjuro de libertad a traición escapa de mis labios. Fantaseo con la huída. Escapar disuelta en una lágrima, flotar, nadar hacia la luz, ascender suave y lentamente, sentir de nuevo la caricia ligera del viento, el amable calor del sol. Y respirar. No sería difícil mas sé que no lo haré. Ningún lugar hacia el que huir existe ya. Si tan sólo pudiera olvidar...

Relato para los Viernes Creativos de https://elbicnaranja.wordpress.com/ inspirado en la fotografía de Fernando Ramos.

1 comentario:

  1. Precioso, Marta. Todos, en algún momento dado, queremos escondernos del mundo. Me ha gustado mucho!

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